Nosotros

La  Escuela  Navidad  nace  a  inicios  de la  década  del  sesenta  como  una necesidad de la comunidad en general de crear un centro educativo para sus hijos, nietos y sobrinos que aumentaban considerablemente la población en edad escolar, quienes debían caminar grandes distancias para acceder a la educación primaria impartida por el estado y que se ofrecía en las escuelas aledañas de Trehualemu, Temucutillo, San Isidro y El Carmen que distaban muchos kilómetros.

Nace a la vida pública en el año 1960 según documentos, siendo su primera maestra la profesora Silvia Rodríguez con una matrícula de 75 alumnos distribuidos de 1° a 4° año preparatoria y que en los años  siguientes se incrementó hasta el 6° año preparatoria.

El PEI de la Escuela Navidad es un proyecto que se está desarrollando a lo largo de los años con la participación activa de padres, apoderados, personal docente, asistentes de la educación, a través, de un trabajo en equipo con reuniones técnicas, aplicación de cuestionarios, encuestas de opinión considerados como instrumentos de planificación y orientación educativa. Definiendo la identidad y sello de la escuela como una línea de desarrollo que se concebirá a mediano y largo plazo permitiendo reforzar principalmente el desarrollo personal y la formación valórica de los educandos.

Este modelo educativo debe ser incorporado en la comunidad y evidenciarse a través de la participación activa de todos los actores con transparencia y éxito, con el fin de permanecer como escuela efectiva en el tiempo al servicio de la educación pública; de manera que será revisado y actualizado permanentemente, manteniendo la flexibilidad que busca mejorar aquellos aspectos que lo ameriten.

Si bien nuestro PEI es la carta de presentación de la Escuela, éste se vincula con el PADEM (plan anual de educación municipal) PME y PIE permitiendo concretar los objetivos, las estrategias y las acciones a cumplir en virtud de nuestros sellos y metas institucionales.

Nuestra escuela se auto declara como el medio y la oportunidad para que niños y niñas observen el futuro con esperanza, expectativas reales de avance, superación en lo personal y lo social. Nos reconocemos con sencillez como una comunidad comprometida al servicio de nuestros educandos y con el permanente desafío de vincularnos estrechamente con nuestros apoderados, no sólo en la tarea que demanda enseñar sino que además en la mejora y enriquecimiento del clima de convivencia en nuestra escuela. Es así que en este afán nos concentramos en colaborarnos realizando el trabajo con involucramiento y dedicación propendiendo a facilitar la asimilación de conocimientos, el desarrollo de habilidades, actitudes, valores y las destrezas necesarias que permitan el crecimiento de nuestros niños y niñas, redoblando nuestros esfuerzos con aquellos que tienen condiciones de desarrollo diferentes, ya sea, que se perciben en desventaja o que avanzan más rápido que sus compañeros, dando sentido a los nuevos paradigmas que orientan a la inclusión con especial énfasis en la educación de las emociones.